Fondón es un municipio español de la provincia de Almería, Andalucía. En el año 2012 contaba con 989 habitantes. Se encuentra situada a una altitud de 846 metros y a 63 kilómetros de la capital de provincia,Almería. El municipio está integrado por la localidades de Fondón, Benecid y Fuente Victoria, esta última constituida como EATIM.
Historia.
En la parte oriental de la Alpujarra,a una altura de 850 metros sobre el nivel del mar, en un hermoso valle recorrido de oeste a este por el curso alto del rio Andarax y formado entre la
Sierra de Gádor, al sur, y la cordillera de
Sierra Nevada, al norte, se encuentra
Fondón.
Formando municipio junto con sus otros dos núcleos de población,
Benecid y Fuente Victoria. Ofrece paisajes especiales, desde uno nevado y de frondosidad considerable para la provincia hasta zonas erosionadas más típicas del entorno. Territorio de abundante riqueza, fruto de los asentamientos y el cruce de culturas en el lugar. Los primeros asentamientos humanos en el valle muestran yacimientos prehistóricos en enclaves e incluso restos romanos como la necrópolis del camino de Santa Rita en Benecid.
En la época medieval, los asentamientos musulmanes llevaron a cabo la cría de gusanos de seda, llegando a obtener cierta fama la calidad de la seda de las moreras del valle. En época cristiana, fue Fondón un lugar clave en la rebelión de los moriscos de la Alpujarra, entre 1568 y 1570. En el cortijo de las Encina de las paces se realizaron las negociaciones para el fin del conflicto, con la participación de
Don Juan de Austria, hermano de
Felipe II y los emisarios de
Aben Aboó. La última resistencia musulmana, representada por los monfíes, se negaba a abandonar el lugar pese a la supresión de sus costumbres y las limitaciones impuestas sobre su modus vivendi. La repoblación de Fondón tras la expulsión del Reino de Granada se llevaría a cabo por medio del Alcalde don Alonso de Frías, Alcalde Mayor de la Alpujarra, que traería a una serie de cristianos viejos procedentes de fuera del Reino de Granada. Con sus nuevos dos concejos en Codba, Fuente Victoria, con 79 nuevos repobladores y Fondón, con 64 repobladores, de los cuales 20 se asentarán en Benecid.
Para 1572 quedó ultimado el reparto de Fondón, siendo la procedencia de los repobladores, sobre todo de Valdepeñas de Jaén y los originarios del Valle del Jarama. La castellanización comenzará pues a instalarse en la sociedad. Por un lado, representado en Fondón por medio de la iglesia, Fuente principal, arco de la lonja y casa de los del Moral, en Codba, luego Fuente Victoria, el modelo castellano es más patente aún con las nuevas construcciones.
Otro momento histórico a recordar es la Guerra de la Independencia, con constancia vital en Fondón pues fue testigo de las escaramuzas entre los patriotas españoles y las tropas francesas o de afrancesados.
Turismo.
La especial orografía de Fondón hace de la zona un maravilloso enclave donde realizar rutas a pie, en un entorno rodeado de naturaleza, belleza y paz. El Ayuntamiento de Fondón pone a disposición de todo aquel que lo desee diferentes senderos con el fin de conocer la totalidad de la zona y disfrutar de una agradable jornada. Además, podrán consultar en la web todas aquellas salidas en grupo programadas.
Sendero El Púlpito-La Parra PR-A 373
Entre dos sierras
Partimos hacia el Puente del Vao, en el trayecto observamos vistas panorámicas de Sierra Nevada con Benecid, Fuente Victoria y Laujar de Andarax a su falda. Llegando al puente ser observan numerosos restos mineros de interés, como un Horno Artesanal excavado en la piedra (derecha de la carretera), el Cortijo de la Granaina y su torre elevadora, el Chimeneón y restos de la fundición y pozo de las Minas del Patrocinio y por último una subestación de bombeo de agua hacia las minas de la Almagrera de Berja.
Continuamos camino hasta la pedanía de Benecid entre frondosas alamedas y olivares. Ya llegando al pueblo nos encontramos las Eras de Benecid, reconstruidas y reconvertidas recientemente en mirador y zona de recreo y descanso; desde aquí obtendremos unas maravillosas vistas de Fondón y Sierra de Gádor. Tras callejear por Benecid y ver su Iglesia, sus fuentes y sus hermosos rincones, seguiremos nuestra ruta por el camino del Calache, hasta la Balsa de Hormica y hasta Fuente Victoria por el camino de la Solana.
Desde la antigua Cobda o Presidio del Andarax: recorreremos, a través de caminos rurales, la vega de esta y de Fondón, para terminar de nuevo en el Mirador de la Paz, desde el que podemos obtener una vista general del recorrido realizado y una bella panorámica del Valle del Río Andarax.
Río y molinos
Otros senderos de la Federación Andaluza de Montañismo
Hay otros senderos de la Federación Andaluza de Montañismo que pasan por el municipio de Fondón, como es este que va de
Lanjarón a Fiñana y que atraviesa la cara sur de Sierra Nevada y recorre, de esta manera, los pueblos alpujarreños. Se asciende el río Guadalfeo, y desde él se cruzan los serpenteantes caminos empedrados (carihuelas). El camino enlazan los pueblos de la
Tahá, Busquístar, Notáez, Cástaras, Nieles y Lobras, todos de incomparable belleza. Pasa por numerosos molinos de agua (el de Cádiar aún en funcionamiento). Desde Cádiar, siguiendo en dirección este, salta a otra vertiente, la del
río Adra, que lleva sus aguas de manera más directa al mar Mediterráneo que el del Guadalfeo. Entre ramblas cubiertas de vegetación transcurre por poblaciones insólitas como
Jorairátar, Darrícal, Lucainena y Alcolea. Entra en el valle de Andaráx, entre fuentes y viñas, por Laujar de Andaráx y los pueblos de
Benecíd, Almócita y Padules. Y desde
Canjáyar, por una bonita subida de parrales, llega a
Ohanes y cruza la sierra en dirección NW, hacía
Abrucena para terminar en
Fiñana.
Más información
Centro de desarrollo rural - Adr. Alpujarra - Sierra Nevada. Plaza Mayor de la Alpujarra,1. 04470 - Laujar de Andarax (Almería). Telf: 950514161.
Puerto de la Ragua-Cabo de Gata: El sendero recorre 169 km que pasarán desde las cumbres del Sierra Nevada, en el Puerto de la Ragua, situado a 2.000 m. y en pleno Parque Nacional, hasta las playas del Cabo de Gata. El paso por Fondón y Benecid vendrá acompañado de
Laujar, Paterna, Canjáyar y Almocita, para dejar atrás a la Sierra de Gádor. Por medio del curso del río Andarax llegaremos al Valle que le da nombre y recorreremos
Bentarique, Terque, Alhabia, Sta. Fé de Modujar, Gádor y Rioja.
Más información
Diputación de Almería, Deportes y recursos – Área de bienestar social. Calle Navarro Rodrigo, 17 – Plta. 2ª. 04071 (Almería). Telf: 950211180.
Patrimonio històrico.-
Fuente de Carlos IV de Fondón
Construida durante el reinado de Carlos IV, esta construcción clasicista en piedra de conglomerado brechoso local posee dos caras. En la anterior y principal contiene un pilar con tres alojamientos cantareros con tres caños de bronce y de cabeza antropomorfa. El año de construcción queda labrado y enmarcado en una cartela de piedra, así como el reinado de la época. En la parte posterior y sobre un pilar-abrevadero manan dos caños. Un entablamiento con un frontón curvilíneo remata el conjunto con volutas enmarcado con dos bolas.
El abastecimiento de agua a los habitantes de Fondón anteriormente a su construcción se llevaba a cabo por 2 aljibes de épocas musulmanas a las afueras del pueblo, pero sus precarias condiciones sanitarias y su situación obligaron a la construcción de la citada fuente.
Pósito de Fondón
Los pósitos eran antiguamente unos graneros que tenían una gestión municipal y cuyo propósito principal era el de abastecer a la población de alimento básico. Fueron muy importantes ya que las crisis de abastecimiento en Europa en la Edad Moderna afectaron a España en menor medida debido a su presencia.
Es de destacar el antiguo pósito alpujarreño de Fondón, con un gran valor histórico patrimonial, a pesar de haber sido reformado. Su construcción original data de los últimos años del siglo XVI o principios del XVII.
Casa del Rey Chico
Localizada en Fuente Victoria, esta casa palacio de estilo mudéjar presenta tres alturas con una cuarta en forma de mirador, toda ella construida en su conjunto en ladrillo y cajones de mampostería. En su portada monumental destaca el escudo de la familia Palomar, hecho a base de piedra de conglomerado del lugar.
La torre mirador de tradición granadina se encuentra en el lateral que se encuentra en la tercera altura. En el interior, presenta un patio adintelado en madera sobre columnas y zapatas, que cayó derruido por el abandono y acción persistente de la lluvia, y que ha sido, finalmente, reconstruida.
Iglesia de San Andrés
El bautismo se comenzó a practicar de manera masiva a aquella población mudéjar de la Alpujarra. En la zona de Fondón, en la Taha-vicaría de Andarax se erigieron parroquias bajo la advocación de Santa María de la Encarnación. Se independizó en un momento indeterminado del siglo XVI.
Entre los años 1550 y 1560 se erigieron los templos de Fondón y sus actuales entidades locales autónomas, Fuente Victoria y Benecid. La iglesia de San Andrés tiene una compleja estructura con tres naves separadas por pilares rectangulares y una capilla mayor.Con una planta basilical dividida en tres naves mediante tres arcos sobre pilares, con coro alto, una capilla mayor cuadrada diferenciada por arco toral y cabecera recta; muros de ladrillo combinado con cajones de mampostería o tapial; y un sistema de armaduras compuesto por una de limas rectangular en la nave central, en las laterales dos de colgadizo y en la capilla mayor una de lima cuadrada; la torre, por su parte, se encuentra anexa a un lateral.
Ermita de la Virgen de las Angustias
Los vecinos de Fondón sentían gran devoción por la Virgen de las Angustias, de ahí que de un grupo de vecinos surgiese la idea de fundar la hermandad en Fondón para poder venerarla. En 1694, don Martín de Azcargorta, arzobispo de Granada, aprobó las constituciones.
La construcción se erigió de una manera simple: un templo mudéjar de planta de cajón y armadura de madera, como otros de La Alpujarra, de pequeño tamaño. Al tener reducidas dimensiones la Hermandad solicitó a la Parroquia, ya desde el comienzo, trasladar en procesión la imagen al templo parroquial de San Andrés. En 1710 la Ermita se amplió, quedando como resultado la actual edificación.
Casa de los Godoy
Es de remarcar su fachada, con una arquitectura propia del barroco tardío y de toques iniciales del neoclásico, nos muestra la perfecta combinación de mampostería enjabelgada y ladrillo visto. Su composición se caracteriza por la manera en que los elementos aislados (ventanas, balcones), especialmente en el primer piso, tienen notoriedad sobre los muros.
El hueco del balcón de hierro está enmarcado por molduras verticales de ladrillo y frontón curvo; a sus lados aparecen dos grandes enrejadas, envueltas en molduras de ladrillo y frontón. La galería de arquería será la característica más notable de la última planta, resueltas enteramente de ladrillo visto.
El mirador puede considerarse un privilegiado balcón, el vano de la planta superior lo forman dos ventanas de la arquería, en las cuales hay una pequeña columna medial. En cambio, el de la primera planta, de mayor tamaño, presenta dos arcos gemelos y columna central de descarga que divide el hueco en dos partes iguales.
Caleras y Yeseras
El paisaje de la Alpujarra no se entendería sin la
cal, la cual, como es sabido, se extrae de la piedra caliza. Por su parte, son los revestimientos interiores de paredes y suelos las aplicaciones fundamentales del yeso. Esta gran demanda tradicional ha dado lugar, a lo largo de las zonas carbonatadas y evaporíticas de la comarca, a la construcción de un sinfín de sencillas, pero eficientes infraestructuras, conocidas como caleras y yeseras.
Se pueden localizar hornos de yeso en el interior de las propias minas de este material, como es el caso de las curiosas yeseras en cuevas del Puente del "Vao" y del Calvario, en Fondón, o incluso con trituración del material con rulos tirados por mulos, en el interior, como en las yeseras de Laujar.
Los puentes precarios
Las soluciones precarias también han jugado, a través del tiempo, un papel importante en las comunicaciones de la comarca. La utilización de grandes troncos, dispuestos de forma más o menos sólida, respondía frecuentemente a la necesidad de solventar un paso. Esto se hacía con vocación de permanencia o de forma provisional, ante la no infrecuente desaparición de puentes de obra debido a las riadas. Entre los fenómenos de este tipo que se hicieron huevo en la memoria de los alpujarreños, especialmente de la zona oriental y costera, están las sucesivas nubes de agosto y principios de septiembre que arramblaban con puentes, molinos, etc.
Al manifestarse este hecho de forma más menos periódica, en torno a la festividad de Santa Rosa de Viterbo, se le otorgó la denominación de "nube de Santa Rosa"; a causa de importantes desastres causados por las aguas, y quizás también, en gran medida, debido a la deforestación. Las pasarelas y puentes colgantes, los cuales precisaban de una tecnología algo más compleja, no exenta de riesgo, en el último de los casos.
De entre las ocasiones en que en la comarca se ha aplicado este último sistema, con anterioridad a los años 50 del siglo XX (época en que se establece el límite final de los elementos recogidos en el Inventario de Patrimonio de La Alpujarra y Río Nacimiento), uno de los pocos elementos que se conservan es el Puente Colgante de Benecid. Este constituyó, en su momento, la única comunicación "estable", de corto recorrido, entre la capital municipal y su anejo, dada la larga distancia existente por carretera.
Gastronomia.
El asentamiento musulmán de Fondón y la posterior repoblación cristiana ha dejado innumerables restos arquitectónicos, culturales y, por supuesto, gastronómicos. Son muchos los platos típicos elaborados en Fondón como legado más significativo de aquella época, y que, aún hoy día, se preparan en multitud de hogares. Una de los mayores atractivos de la cocina de Fondón es su adaptación a la escasez de materias primas de antaño, extrayendo ingenio para elaborar a partir de ellas un amplio abanico de posibilidades culinarias.
Fondón, un paraíso de los sentidos, empezando por el gusto
La gastronomía tiene, en Fondón, un auténtico paraíso para los sentidos: variado y amplio; tradicional e innovador; consistente y frugal; clásico y exótico; en definitiva, abierto a todos los gustos y, sobre todo, al gusto de quien sabe apreciar la profundidad de los sabores de la tierra y el mar.
Como bien retrató Cristóbal Guerrero Martín en su libro gastronómico ‘La Cocina de Fondón; De moriscos y repobladores’, una auténtica tentación para los sentidos, Fondón abre el paladar de cualquier visitante y provoca el apetito de quien se limite a escuchar hablar de los manjares situados sobre sus mesas.
El amante de la buena mesa, podrá empezar a conocer Fondón a través de sus entrantes, de variado calado. Desde los gazpachos, de almendras, de pepinos y de tomate; hasta las sopas, de aceite y vinagre, de calabaza con leche, de costra, de escarola, de espárragos silvestres, de pescado o de enfermos, de tropezones o alpujarreña, tostada, blanca o la salsilla de pescado y la sopa de tomate al fondo; pasando por sus variadas ensaladas, como la de alcaparras, la Alpujarreña, la de amarillo y limón, la de anchoas, la de apio y manzanas, la de bacalao y la de bacalao ‘asao’ con tomates y huevos, la ensalada de berros, la de capotes, la de pimientos y la de verano, la ensalada minera, la de noche o el salpicón, el ‘empedrao’ y las pipirranas, de bacalao con alcaparras o de tomates secos.
Una cocina que no se priva de exquisiteces basadas en la verdura, un alimento tan almeriense, plasmado en platos como las alcachofas fritas o marineras, los barcos de berenjenas o las berenjenas con tomate o en escabeche, los capotes fritos, las cazuelas de espárrgos, habas verdes, de huerto o de berenjenas, los espárragos rotos, la ‘fritaílla’, las habas de Fondón, el revoltijo, la sartén de verduras, las setas con huevos, la sobreasa de collejas o los inspiradores flan de berenjenas y pastel de calabacín.
El menú sigue avanzando buscando platos de mayor consistencia, haciendo una parada obligada en los arroces, presentados con bacalao, con caracoles, con ‘papas’, con carne, con habas y bacalao, con longaniza o con verduras; así como el arroz minero, el serrano, el ‘caldúo’ o el arroz de costa.
También las pastas y masas encuentran en Fondón aplicaciones muy sugerentes y especiales, como la cazuela de fideos con habas, las gachas colorás, los extraordinarios gurullos con perdiz e hinojos (casi un pecado), las pastas para envolver o los tallarines. También la patata es un pilar angular de la cocina de Fondón, desde los afamados Atascaburras hasta las patatas al orégano, con ‘huevos estrellaos’, con tomate, en ajillo, en ajopollo (otra tradición almeriense) y las patatas serranas, las de verano o las castizas ‘alpujarreñas’.
Y qué decir del huevo, auténtico reclamo turístico de la zona, para verlo y disfrutarlo en cazuelitas serranas o al estilo alpujarreño, con arenques, con verduras o con espinadas; sin olvidar sus típicas tortillas, de alcachofas, bacalao, berenjenas, calabaza, cebolletas, collejas o espárragos camperos, sin olvidar su revoltijo con tomate.
Llegamos a los guisos, verdadero patrimonio cultural de La Alpujarra y de Fondón en particular. Qué decir de la butifarra con judías blancas, la cazuela de aves, la de harina ‘tostá’ y la cazuelica, por no hablar de la cocina ‘mareá’, el estofado de lengua, los guisados de cardos, hinojos o el ‘guisillo’, con o sin caracoles; los guisos alpujarreño, de correas, de espárragos silvestres o de garbanzos, patata y arroz; las lentejas viudas, los potajes alpujarreño de acelgas, de figüelos, de hinojos o de minero, las tortas de caldo de puchero o los tropezones de alcachofas con magra.
Para cerrar la mesa grande, los pescados y las carnes. En el primero de esos apartados, protagonismo especial para el bacalao, en sus versiones de pastores, en fritadilla, en escabeche, o en buñuelos de bacalao, sin olvidar las cazuelas de sardinas y de tomates y bacalao. Las sardinas también cobran una fuerza especial en Fondón, en cazuela, escabeche o serranas. Junto a bacalao y sardinas, el escabeche, el pescado mojado y el pescado con naranjas, los arenques con tomate y la deliciosa salsa de anchoas.
Y por fin las carnes, todo un despliegue de sensaciones que va desde el asado hasta las diferentes variedades del pollo, al tomillo, alpujarreño, con aceitunas o en salsa de hierbas; pasando por el lomo al perol o con batatas, el cordero al estilo pastor o al ajo cabañil, el cerdo con naranjas y frutos secos, los ajillos, la fritadilla de conejo, la morcilla con tomate, la paila de cordero o choto, las inevitables pajarillas, el pavo relleno, la perdiz en escabeche o el pastel de carne.
Para terminar, los postres, empezando por los tradicionales, como la conserva de membrillo y el cuajado de almendras o de leche y arroz, el dulce de cerezas, la fruta en almíbar, la jalea de acerolas, los palos de dulce, el pozo de sandía, la tarta de almendras y las yemas de Santa Teresa.
Y junto a ellos, los basados en la tradición repostera de moriscos y repobladores, como el alfajor de almendra y de azúcar, el bizcocho de Palacio Real, el budí, los buñuelos de viento, los chorizos de dulce, ladrillos de hojaldre y el manjar blanco, las orejas de fraile y el pan de pobre, los pestiños de Fondón y el pan de pobre, y los roscos, en todas sus versiones de roscos, de crema, de aguardiente, de manteca, de santo o de sartén, además de su versión de rollos, bien de huevo o bien de miga; sin olvidar las tortas, de dulce, de Fondón o de mosto, y el turrón de almendra. Para una buen digestión, cómo no regar con una mistela, un ponche caliente o un refresco de limón.