Huécija es una villa y un municipio español de la provincia de Almería, Andalucía, situado en la comarca de laAlpujarra Almeriense, en el valle del Andarax y a 31 km de la capital de la provincia, Almería. Su término municipalpresenta una orografía iregular, donde se puede apreciar pendientes y barrancos. En el año 2011 contaba con 530 habitantes.
Huécija fue la capital del señorío de Marchena durante la Edad Moderna el cual fue nombrado como Taha de Marchena antes de la conquista cristiana. Con la llegada del liberalismo y su consiguiente nueva organización territorial extingue el señorío en 1833 y Huécija como el resto de localidades que lo integraba se constituye comomunicipio.
De su conjunto monumental destaca el Convento de los Agustinos(en la foto superior) de estilo barroco que ha sido declarado Bien de Interés Cultural en 1992 y la Iglesia de la Anunciación de estilo mudéjar. La actividad económica principal del municipio es la agricultura y como en el resto de las localidades del valle del Andarax ha tenido gran importancia el cultivo de la uva de Ohanes aunque debido a su declive se ha ido sustituyendo progresivamente por otros cultivos como el naranjo.
Huécija es un municipio con las características más aristócratas y monacales de la comarca, consecuencia de haber sido cabeza y capital de un señorío a lo largo de cuatro siglos. El origen de su nombre no está bien definido, por lo que se desconoce si es latino o árabe, aunque se constata que en época musulmana era llamado Guacimora, Güecixa y Güécija. El primer asentamiento cultural de la villa parece ser de origen romano, ya que al encontrarse a la vera del Cerro Marchena, donde se instala una villa romana, tuvo que haber un contacto y aprovechamiento de sus recursos naturales. En época musulmana la primera mención de la alquería se inscribe dentro de la actividad colonizadora y fundación en el territorio de Urs al-Yama. Posteriormente, cuando Al Andalus queda reducido al reino nazarí, a partir del siglo XIII, Huécija se integra como uno de los diez lugares que formaban la taha de Marchena, siendo Marchena la fortaleza más importante donde residía el gobernador.
A finales del siglo XV, tras la rendición de Baza y las Capitulaciones de Almería en 1489, la taha de Marchena pasa como recompensa a Don Gutierre de Cárdenas y Chacón, siguiendo la costumbre de los Reyes Católicos de ceder señoríos a los nobles que participaron en la Reconquista. El siglo XVI finaliza con la última rebelión de los moriscos, su derrota y definitiva expulsión, en detrimento de la economía y demografía de Huécija, que no se recuperará hasta el siglo XVIII. El siglo XIX irrumpe con el liberalismo, siendo el hecho más trascendental para la villa la abolición del señorío de Maqueda y Arcos en 1835, factor que determina un nuevo régimen de independencia para el municipio y autonomía para nombrar un alcalde y un regidor en el pueblo. En su nuevo régimen, Huécija se desarrolla con un aumento poblacional y económico, debido a la riqueza que genera el cultivo de la uva de Ohanes, enlazando con el actual siglo para entrar en una época de dificultades e inestabilidad propias de una guerra civil.
Para mas informaciòn:
http://es.wikipedia.org/wiki/Hu%C3%A9cija
Economia.
Tradicionalmente la agricultura ha sido la principal actividad económica desarrollada por la población de Huécija. Desde época remota y sobre todo durante la Edad Media con los musulmanes se desarrolla una agricultura cuyo objetivo principal va a ser el aprovechamiento del recurso más escaso, el agua.
Los tipos de cultivo predominantes serán el maíz, frutales, hortalizas, lino, cáñamo, moreras y morales (para la industria de la seda), y en zonas de secano cereales y leguminosas.
Después de la Reconquista continúa este tipo de cultivo, aunque se introducen otros nuevos de secano en detrimento de la superficie ocupada por el cultivo tradicional musulmán.
En los siguientes siglos, XVII y XVIII, Huécija se configura como un importantecentro comercial de la zona, al celebrarse una feria anual de caballerías y otros animales domésticos que aún a mediados del siglo XIX era bastante importante.
Será en el siglo XIX cuando cambie de forma radical la agricultura tradicional, al dedicarse la mayor parte de la superficie al parral, nuevo cultivo que va a caracterizar la comarca por su especialización para la exportación, y al decaer ésta a mediados de los años 60 se introducen los cítricos como alternativa.
Entre otros servicios, Huécija posee, como consecuencia del cultivo del maíz, una escuela-taller de artesanía para la farfolla, promocionada por la Junta de Andalucia.
Rutas Turisticas.
En nuestra ruta por Huécija nos adentraremos en el casco urbano, entre una elegante arquitectura, que delata su prosperidad en el pasado. Les invitamos a disfrutar de este recorrido por sus calles y sus construcciones religiosas, de las cuales destacan:
El convento de San Agustín, fundado por Teresa Enríquez, conserva del siglo XVI el torreón adornado por un gran escudo de Bernardino de Cárdenas Pacheco, segundo Duque de Maqueda; sobre el que se alza en ladrillo del campanario coronado por chapitel.
En esta torre buscó el refugio la comunidad cristiana en 1958, siendo incendiada por los moriscos sublevados.
El templo del convento fue reconstruido de sólida fábrica en la primera mitad del siglo XVIII, con notables portadas y excelente decoración barroca en su interior.
El Templo Parroquial de la Anunciación conserva la nave con armadura mudéjar, ampliada en el siglo XVIII con espacioso crucero abovedado.
En Sierra de gádor la Ermita de la Santa Cruz, con excelentes panorámicas.
Si lo prefiere puede disfrutar de los aledaños de esta localidad en los cuales la serie de vegetación predominante es latermomediterránea del lentisco, con formaciones arbóreas de pinares y encinas; éstas han desaparecido por su uso indiscriminado introduciéndose el pino carrasco hace unas cinco décadas.
La formación arbustiva se compone de albaidar, espartal, romeral y erizales en las laderas de fuertes pendientes. Los pastizales, sobre litosoles y suelos pedregosos.
Monumentos.-Patrimonio y legado.
Doña Teresa Enríquez, es una figura muy peculiar en la comarca, llamada por el Papa Julio II «la loca del sacramento», por su promoción de las procesiones del Corpus y por ser la patrocinadora y encargada de la fundación de conventos e iglesias en esta tierra de mezquitas y alminares.
Cabe destacar el Convento de los Agustinos, por su magnífica torre, única en la comarca. Fundado en 1511, es una construcción de cantería, con una estructura similar a las atalayas, pero de mayor dimensión, la cual se adosaba a otro edificio como refugio defensivo. El convento fue saqueado en 1568 por los moriscos, siendo la iglesia actual una reconstrucción del siglo XVIII.
La iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Encarnación fue construida también en el siglo XVI, en estilo mudéjar, pero es un templo que ha sufrido daños y añadidos posteriores de estilo barroco y neoclásico.
Convento de los Agustinos.
Descripciones generales y arquitectónicas: Presenta una planta de cruz latina con capillas hornacina, sobre las que existen tribunas comunicadas por atajos y con el coro alto situado a los pies. Su alzado ofrece una superposición de arquerías en los tramos marcados por las pilastras. La nave se cubre con una bóveda de medio cañón con lunetos y el crucero con una cúpula sobre pechinas. La capilla mayor muestra una planta poligonal y bóveda e cinco paños con profundos lunetos. La decoración, que se concentra en el crucero y la cabecera, presenta un amplio repertorio de estucos policromados y motivos pintados, todo ello dentro del gusto barroco. A los pies se dispone una portada adintelada de cantería en la que destaca los clavos con cabezas en forma de corazones. La portada lateral comprende un vano de medio punto entre retropilastras y medias columnas toscanas sobre plintos, recorridas por un entablamento; sobre este un frontón roto y una hornacina. En su fábrica se utilizó cantería, mampostería y aparejo mixto de ladrillo y cajones de mampostería. Arrimado al costado del evangelio se conservan muy transformados algunos restos del antiguo convento y a los pies de la iglesia se conserva la antigua torre-fuerte, un impresionante volumen cilíndrico de cantería que ostenta un gran escudo de los duques de Maqueda.
Aspectos Históricos: El convento de Padres Agustinos de Santa María de Jesús de Huécija fue fundado por doña Teresa Enríquez en 1511 para que los religiosos “trabajen de dotrinar e instruir a los nuebamente convertidos de aquella mi tierra en las cosas de nuestra Santa Fe”. La primitiva iglesia conventual contaba con una torre-fuerte de cantería que no evitó que fuera saqueado el convento durante la rebelión de los moriscos. A partir de 1723 se reconstruye la iglesia, con un proyecto concebido por Simón López de Rojas y aprobado por Gaspar Cayón, maestro mayor de la catedral de Guadix. Las obras se suspendieron en 1728, iniciándose un pleito entre los agustinos y Simón López, que desencadenó el abandono de los planes de éste y la introducción de importantes modificaciones en las que interviene el propio Gaspar Cayón. Tras la desamortización, el convento pasó al Estado y la iglesia se utilizó como parroquia auxiliar. A comienzos de la segunda mitad del siglo XIX se edificó un cuerpo exagonal de ladrillo sobre la antigua torre-fuerte. Fue habilitada como cárcel durante la Revolución de los Coloraos de 1824.En la actualidad el “Convento de los Agustinos”, declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento según el Decreto 81/1992 de 19 de mayo de la Consejería de Cultura y Medio Ambiente, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura barroca de la provincia de Almería. Está siendo restaurado su interior intentando recuperar los aspectos más significativos e identificativos de su pasado, tales como pinturas, reconstrucción de aspectos decorativos, restauración de maderas, etc, a través de la financiación de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Iglesia de la Anunciación
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