Lubrín
La localidad de Lubrín se encuentra situada en la zona del Campo de Vera. De la capital Almeriense dista, aproximadamente, unos 75 Km.Se encuentra situada a una altitud de 510 metros ,en la comarca del Levante Almeriense.
La población del municipio se distribuye en sus 21 núcleos de población; los principales son: Lubrín, La Rambla Aljibe, El Marchal de Lubrín, El Pilar de Lubrín, El Chive, El Pocico, La Alcarria de Lubrín, El Saetí.
Historia y origenes.
Historia de Lubrín
Pueblo viejo, de emigrantes y cantero que hunde sus raíces a lo largo del tiempo y que cuenta con una oferta alimenticia cuando menos interesante. La migración en Lubrín es, aún hoy en día, un proceso irrefenable que afecta de forma grave a todos los municipios que se encuentran situados en la zona.
Pueblo viejo, de emigrantes y cantero que hunde sus raíces a lo largo del tiempo y que cuenta con una oferta alimenticia cuando menos interesante. La migración en Lubrín es, aún hoy en día, un proceso irrefenable que afecta de forma grave a todos los municipios que se encuentran situados en la zona.
En medio de una tierra de minas y canteras, la crisis de la minería supuso un duro golpe al pueblo, y en su término se encuentra el llamado mármol de El Tranco, aunque el sector tiene mucho que avanzar en un término que está travesado en las últimas décadas por un fuerte descenso demográfico.
Pueblo viejo que hunde sus raíces a lo largo del tiempo y que cuenta con unaoferta alimenticia cuando menos interesante, Lubrín es un lugar de rincones campestres y de rincones urbanos que merece una visita atenta que, con toda probabilidad, se repetirá.
Tierra de emigrantes que, como primer destino, fue EE.UU., especialmente California. Esta tendencia cambió a partir de los años 40 se mantiene la emigración, pero esta vez y hasta hace muy poco tiempo, a Cataluña.
Se ha seguido produciendo también un flujo ininterrumpido de caráctermigratorio; los jóvenes se han ido marchando al exterior de la provincia y los mayores a la capitalidad del municipio, fenómeno que afecta no sólo a la propia villa, sino también a las pedanías, en las que se hace más notable el descenso de habitantes.
Pueblo viejo que hunde sus raíces a lo largo del tiempo y que cuenta con unaoferta alimenticia cuando menos interesante, Lubrín es un lugar de rincones campestres y de rincones urbanos que merece una visita atenta que, con toda probabilidad, se repetirá.
Tierra de emigrantes que, como primer destino, fue EE.UU., especialmente California. Esta tendencia cambió a partir de los años 40 se mantiene la emigración, pero esta vez y hasta hace muy poco tiempo, a Cataluña.
Se ha seguido produciendo también un flujo ininterrumpido de caráctermigratorio; los jóvenes se han ido marchando al exterior de la provincia y los mayores a la capitalidad del municipio, fenómeno que afecta no sólo a la propia villa, sino también a las pedanías, en las que se hace más notable el descenso de habitantes.
Economia.
La base económica de esta localidad son las canteras, contando con una de las más importantes de la provincia, El Tranco. La agricultura, la ganadería y la quesería, completan el tímido vigor de Lubrín.
"Detalle casas de Lubrín"
"Vista General Lubrín"
También es preciso mencionar las canteras de mármol, que hasta finales de los años 60 ocuparon entre 50 y 100 personas. En la actualidad sólo existe una explotación en precario en El Chive y algunos intentos en Rambla Aljibe, de esta última aldea llegó a ser renombrado el mármol de El Tranco, en sus modalidades blanco y verde.
Rutas Turisticas.
Paisajes desérticos, cumbres boscosas, nieblas, valles frondosos, simas y cuevas; éstos son, sólo algunos, de los espectáculos que nos depara esta ruta cargada de contrastes, sorprendiéndonos en más de una ocasión con visiones inesperadas.
Partimos de Almería por la carretera de Guadix-Granada, hacia el norte, por el valle del Río Andarax. Muy pronto, después de pasar Rioja, el paisaje que nos rodea comienza a señalar acentuados signos de sequedad que se hacen más patentes al cabo de unos kilómetros.
Nos encontramos en las puertas del Desierto de Tabernas, acertado topónimo que define este árido espacio al abrigo de vientos y borrascas.
Lubrín cuenta con albergue, casa de Colonias y Vacaciones y buenas panaderías artesanales donde adquirir sus tortas de manteca, roscos de pan, de aceite y turrón de almendras, entre otras muchas especialidades caseras.
Partimos de Almería por la carretera de Guadix-Granada, hacia el norte, por el valle del Río Andarax. Muy pronto, después de pasar Rioja, el paisaje que nos rodea comienza a señalar acentuados signos de sequedad que se hacen más patentes al cabo de unos kilómetros.
Nos encontramos en las puertas del Desierto de Tabernas, acertado topónimo que define este árido espacio al abrigo de vientos y borrascas.
Lubrín cuenta con albergue, casa de Colonias y Vacaciones y buenas panaderías artesanales donde adquirir sus tortas de manteca, roscos de pan, de aceite y turrón de almendras, entre otras muchas especialidades caseras.
Las casas de Lubrín se arremolinan junto a un pequeño cerro, destacando el templo principal, llamativa construcción del siglo XIX que alberga a Nuestra Señora del Rosario, patrona de la localidad.
Este pequeño pueblo cuenta con albergue, casa de Colonias y Vacaciones y buenas panaderías artesanales donde adquirir sus tortas de manteca, roscos de pan, de aceite y turrón de almendras, entre otras muchas especialidades caseras.
Tras esta degustación, retornamos hacia El Pilar, para desviarnos a la derecha, en dirección a Uleila del Campo, atravesando grandes manchas de almendros.
El verdor va ganando intensidad, al llegar al núcleo urbano, que aparece recostado en una suave colina de la Sierra de los Filabres. El caserío muestra ya perceptibles cambios tipológicos conviviendo la casa de piedra sin enjalbegar, con el tradicional encalado.
Una mirada hacia las cumbres, nos sorprende al divisar, en lo más alto, como un nido de águilas, un pequeño santuario que con el nombre de La Virgen de la Cabeza, reúne la espiritualidad de todos los pueblos de los alrededores.
Sin más dilación, optamos por lanzarnos a la escalada de la montaña y disfrutar de tan espectacular ascensión que enseguida nos deja ver las grandes llanuras que componen el sector oriental del Campo de Tabernas.
El altímetro confirma la constante subida por esta vía tortuosa que permite descubrir una vegetación típica de montaña, cargada de verdor y colorido. Algunas casas construidas completamente de piedra, armonizan con un entorno abancalado que roza las más altas cotas de la sierra. Pronto la carretera accede a la cuerda superior y descubrimos "el otro lado".
La flora cambia en un dominio claramente arbóreo, en el que predomina la encina, primero en forma de bosque aclarado, y luego formando bosquetes que comparten el terreno con jaras y retamas.
Este pequeño pueblo cuenta con albergue, casa de Colonias y Vacaciones y buenas panaderías artesanales donde adquirir sus tortas de manteca, roscos de pan, de aceite y turrón de almendras, entre otras muchas especialidades caseras.
Tras esta degustación, retornamos hacia El Pilar, para desviarnos a la derecha, en dirección a Uleila del Campo, atravesando grandes manchas de almendros.
El verdor va ganando intensidad, al llegar al núcleo urbano, que aparece recostado en una suave colina de la Sierra de los Filabres. El caserío muestra ya perceptibles cambios tipológicos conviviendo la casa de piedra sin enjalbegar, con el tradicional encalado.
Una mirada hacia las cumbres, nos sorprende al divisar, en lo más alto, como un nido de águilas, un pequeño santuario que con el nombre de La Virgen de la Cabeza, reúne la espiritualidad de todos los pueblos de los alrededores.
Sin más dilación, optamos por lanzarnos a la escalada de la montaña y disfrutar de tan espectacular ascensión que enseguida nos deja ver las grandes llanuras que componen el sector oriental del Campo de Tabernas.
El altímetro confirma la constante subida por esta vía tortuosa que permite descubrir una vegetación típica de montaña, cargada de verdor y colorido. Algunas casas construidas completamente de piedra, armonizan con un entorno abancalado que roza las más altas cotas de la sierra. Pronto la carretera accede a la cuerda superior y descubrimos "el otro lado".
La flora cambia en un dominio claramente arbóreo, en el que predomina la encina, primero en forma de bosque aclarado, y luego formando bosquetes que comparten el terreno con jaras y retamas.
"Vista general de Lubrín"
Podemos apreciar buenas praderías sobre las que se arraciman algunas nubes que parecen aferrarse tenazmente a estas verdes laderas, propias de paisajes más septentrionales.
Al llegar al Puerto de la Virgen (1.080 m), podremos dejar nuestro automóvil o bien, con muchísimas precauciones y alguna dosis de decisión, ascender alSantuario de Monteagud, a 300 m de altitud sobre este punto, que se encarama en la más alta cumbre rocosa.
Una vez arriba, el paisaje se hace grandioso, espectacular; pudiendo realizar un giro de 360 grados, en el que vislumbraremos una gran porción de esta provincia.
En el norte, ya pueden verse las grandes cicatrices de las canteras de mármol; hacia el oeste, las cimas de la sierra e infinidad de valles que se suceden en una vista que no relatamos más, pues esperamos que el viajero se decida a contemplar.
Una plaza abierta y porticada, conforma el santuario presidido por la Virgen, convirtiendo el conjunto en un "balcón al cielo" que invita a dejar pasar el tiempo, entretenidos en asomarnos a una u otra vertiente.
Monumentos.
El pueblo de Lubrín es ya de por si un monumento nada más por el entorno en el que se encuentra ubicado. Además cuenta con las típicas plazas de "arriba" y "abajo", la iglesia de la Virgen del Rosário, el antiguo lavadero, el edificio del teatro de Soto Mayor, y diversas casas de turismo rural.
Lubrín es un lugar para visitar, idóneo no sólo para el turista ocasional, sino para todos los almerienses que gustan de conocer los pueblos de su provincia. Ideal para el turismo rural, ya que su clima, el carácter acogedor de sus gentes y las posibilidades de pasear por sus tres aldeas y diecisiete cortijadas lo hacen apropiado para el reencuentro con la naturaleza.
Un lugar típico de Lubrín es la Plaza del Porche que lleva hasta el corazón de la villa; avanzando en esa dirección se atraviesa la calle Sotomayor, con sus hileras de casas abalconadas y adornadas con flores, típicas de la arquitectura popular de los pueblos de la provincia.
Al frente de dicha calle la «Plaza de Arriba», a la derecha y a través de las denominadas «escalericas» de Marta se llega a la plaza central del pueblo, nombrada popularmente «Plaza de Abajo», que, como gusta comentar un buen amigo, es semejante en su acceso al de un anfiteatro, por quedar en una hondonada.
Plaza acogedora, cita de encuentros y partidas, de bailes populares y amoríos. Desde allí parten dos calles; una de ellas, la denominada de la Iglesia, da acceso a la parroquia, edificio del siglo XIX, de la que es titular la patrona de Lubrín, Nuestra Señora del Rosario, que comparte patronazgo con San Sebastián; la otra, la calle del Barranco.
Un lugar típico de Lubrín es la Plaza del Porche que lleva hasta el corazón de la villa; avanzando en esa dirección se atraviesa la calle Sotomayor, con sus hileras de casas abalconadas y adornadas con flores, típicas de la arquitectura popular de los pueblos de la provincia.
Al frente de dicha calle la «Plaza de Arriba», a la derecha y a través de las denominadas «escalericas» de Marta se llega a la plaza central del pueblo, nombrada popularmente «Plaza de Abajo», que, como gusta comentar un buen amigo, es semejante en su acceso al de un anfiteatro, por quedar en una hondonada.
Plaza acogedora, cita de encuentros y partidas, de bailes populares y amoríos. Desde allí parten dos calles; una de ellas, la denominada de la Iglesia, da acceso a la parroquia, edificio del siglo XIX, de la que es titular la patrona de Lubrín, Nuestra Señora del Rosario, que comparte patronazgo con San Sebastián; la otra, la calle del Barranco.
"Monumento al Cantero"
En esta zona se encuentra junto a la rambla, en una de sus márgenes, el edificio que hace años fue el Teatro Sotomayor, más tarde utilizado como fábrica de quesos. Los refuerzos de sus cimientos sirven de soportal del antiguo lavadero, que se nutre de la fuente «de abajo» y que fue de gran utilidad cuando aún no existía agua corriente en las viviendas.
Merece la pena conocer y visitar Lubrín, recorrer sus rincones a pie o en vehículo que permita adentrarse allá donde la naturaleza se protege.
Gastronomia.
Por sus alrededores se pueden degustar los productos de la buena huerta de La Alcarria, La Alameda o Jauro, las almendras de El Pilar, asistir a las fiestas de moros y cristianos de El Marchal, probar los higos chumbos y los palmitos de Las Moletas.
En la degustación de su gastronomía típica no pueden dejar de probarse lasmigas con remojón y el trigo.
Un buen momento para pasarse por allí es el día 20 de enero, día en que se celebra la fiesta del Pan, en honor a su patrón San Sebastián y en la que se ofrecen roscos con anchoas y embutidos propios de la tierra (morcillas, chorizos y «rellenos»).
En la degustación de su gastronomía típica no pueden dejar de probarse lasmigas con remojón y el trigo.
Un buen momento para pasarse por allí es el día 20 de enero, día en que se celebra la fiesta del Pan, en honor a su patrón San Sebastián y en la que se ofrecen roscos con anchoas y embutidos propios de la tierra (morcillas, chorizos y «rellenos»).
Fiestas.
Una Villa de Tradiciones.
El lanzamiento de roscos, que se celebra en honor a San Sebastián, y las fiestas del emigrante son, entre otras, los festejos más importantes y de mayor arraigo de la localidad.
El lanzamiento de roscos, que se celebra en honor a San Sebastián, y las fiestas del emigrante son, entre otras, los festejos más importantes y de mayor arraigo de la localidad.
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