Localización
Localización
María es un municipio de la provincia de Almería. Tiene 1.595 habitantes y está situado en el Marquesado de los Vélez, a 173 Km de la capital.
El término municipal de María tiene una extensión de 225,74 Km2.
El núcleo urbano se localiza a 37o 42' de Latitud Norte y 2o 09' de Longitud Oeste a 1.198 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Gentilicio: Sus habitantes se denominan Marienses.
Historia
Las primeras manifestaciones humanas que se desarrollan en los límites llamémosles así geográficos que engloba el territorio municipal de María, éstas se vinieron desarrollando desde etapas muy tempranas. Fue una ocupación numerosa y dispersa que ocupó las ricas extensiones del Norte.
En una franja que va desde Venta Micena (término municipal de Orce-Granada), hasta las llanuras de Topares (Vélez Blanco-Almería), se emplazan aleatoriamente núcleos de ocupación que, basándose en la actividad sedentaria propia del Neolítico, comienzan a gestar los primeros asentamientos estables de la zona, y crean lo que habría de ser siglos más tarde el pilar principal de la actividad económica y vital de la zona, la agricultura y la ganadería.
Con la llegada de la cultura romana, el sector agrícola se verá potenciado, ya que, a pesar de las condiciones poco favorables por motivos geográficos y meteorológicos, las grandes propiedades y el uso de una mano de obra barata consiguen que la superficie a cultivar se vaya extendiendo.
La apertura de las rutas de comunicación que pongan en contacto las áreas de producción con las de comercialización se ven favorecidas por los grandes avances en materia de calzadas que proporciona la civilización romana. Quizás el tramo histórico peor estudiado y con menos focos de yacimientos hallados hasta el momento se sitúa en el período comprendido entre los siglos IV al VIII motivado por el declive económico del Imperio romano.
Las oleadas de dominación de los pueblos árabes que se internan por el territorio recientemente conquistado van ocupando hasta el último rincón de las zonas anexionadas. Hasta el lugar más recóndito de la geografía rural hispana se internan las tropas y súbditos del pueblo árabe. La toponimia de los lugares, los métodos de cultivo y riego, y los productos cultivados marcan cuáles han de ser las pautas que identifiquen a este pueblo laborioso que, más que ocupar zonas asoladas, creó nuevas maneras de vivir.
Casi sin querer, todas las pequeñas o grandes tradiciones de las que goza actualmente la comarca, y por ende el término municipal de María, son fiel reflejo de la imbricación y solapación de costumbres entre dos culturas tan distintas y distantes como la musulmana y castellana. El binomio nazarita-castellano, regadío-secano, minifundio-latifundio, etc., no son más que una misma representación que se verá trasladada con el paso de los años a las múltiples facetas del modo de vida de esta zona.
Buena parte del nacimiento, ampliación y esplendor del pueblo de María (nacido como pequeña alquería árabe) se lo debemos a la ocupación de los pueblos seguidores del Islam; así como la extensión del casco urbano, resurgimiento de una agricultura regada por las múltiples minas de agua abiertas en la cara norte de la Sierra de María, y explotación de los recursos básicos para su reconversión en pequeñas industrias familiares.
La población, que comienza a verse incrementada con la continua llegada de nuevos efectivos alentados por la promesas de tierras para todos, va situando sus moradas en su mayoría en el casco antiguo de la localidad; pero algunos de ellos, motivados por la cercanía de sus propiedades, comienzan a establecerse y a ampliar sus moradas y almacenes para los aperos en los extramuros del vecindario. Se van construyendo y afianzando las cortijadas.
Estas, las más cercanas al municipio por su proximidad: Grax, la Tala, Calahorra, etc., continúan estando a merced del núcleo central para sus necesidades diarias, y en ocasiones con carácter semanal (servicio religioso del domingo y mercado).
Otras, en cambio, Fuente de la Puerca, Casablanca y Cañadas de Cañepla, bastantes más alejadas, necesitan un mayor agrupamiento de cortijos para el amparo diario, así como una serie de infraestructuras básicas, graneros, aljibes y el apoyo espiritual suficiente, durante los largos períodos de incomunicación a los que se ven sometidos en los rigurosos fríos del largo invierno de la altiplanicie (altitud superior a los 1.000 m.).
De este modo, se establece una ermita en la Alfahuara, auspiciada por los vasallos del marqués de los Vélez (finales del siglo XVI ), que tiene en este paraje emblemático uno de sus rincones favoritos de esparcimiento para la caza y la cetreria.
Economía
Economía
La crisis agrícola comienza a ser una evidencia pasados los primeros decenios del siglo XIX, con el paso de los años y la inestabilidad política que se instala en el país, se establece un círculo vicioso que degenera en una pérdida de población paulatina.
Hasta bien entrados los años 70 de este siglo, no comienza a verse un resurgimiento de la actividad, motivada por un estancamiento del éxodo rural y el fortalecimiento de ciertos sectores que, sin el apoyo gubernamental y siempre impulsado por la iniciativa privada, comienza a establecer nuevos caminos de desarrollo.
Las políticas de reactivación del mundo rural promovidas desde la administración: proyecto de habilitación de placas fotovoltaicas en los cortijos y el Plan de Reforma Agraria (con la apertura y remodelación de los caminos vecinales que pusieran en contacto el pueblo con sus anejos).
Esta reforma, desgraciadamente, no han supuesto mucho avance en los objetivos iniciales: proporcionar mejores medios de vida, ya que todos aquellos que tuvieron la oportunidad de salir de las cortijadas, a duras penas se animan a volver a ellas.
La potenciación de la comarca es ya una realidad con el empuje dado al Parque Natural de María-Los Vélez.
Lejanos quedan aquellos años en que el turismo se acercaba por estas zonas en busca del frescor veraniego, para pasar a visitas y estancias de fines de semana, a lo largo de amplios períodos estacionales, sobre todo en los meses invernales, cuando la meteorología y las nevadas casi anuales hacen acto de presencia.
Si en un primer momento, las zonas recreativas generaron un importante tirón de visitas, las inversiones que se han ido creando tanto a nivel estatal como a iniciativa del sector privado han permitido que el número de visitantes al Parque Natural y a los pueblos limítrofes se vean incrementados de modo muy importante.
Monumentos
Monumentos
Las infraestructuras religiosas (parroquias y ermitas), el abastecimiento de aguas, los caminos vecinales, los almacenes o graneros municipales y eclesiásticos (tercias decimales y marquesal) se van construyendo en un período relativamente corto de tiempo.
La iglesia de la Encarnación, que data de mediados del XVI, es claro símbolo de la expansión del pueblo bajo el marquesado de los Vélez. Ermitas, graneros, obras hidráulicas y caminos completan este mapa de la María castellana que engloba también una pedanía del interés de La Cañada de Cañepla.
Así de este modo la parroquia de la Encarnación, que inicia sus primeras obras allá por el año 1549, ve finalizada las mismas el año 1556. El resto de las ermitas: Santo Sepulcro, Nuestra Señora de las Huertas (la Tala), Santa Quiteria, Nuestra Señora de la Cabeza, San José, Alfahuara van erigiéndose desde finales del siglo XVI a los primeros decenios del XVII.
Respondiendo cada una de ellas a una hermandad distinta, de la que los hermanos cofrades que la constituyen se esfuerzan en dotar con los mejores medios a su alcance, creando toda una explosión fervorosa propia de los años finales de la corriente barroca.
Gastronomía
Gastronomía
- Embutidos.
- Migas.
- Ajo colorao.
- Ajo cabañil.
- Agipán.
- Olla Gitana.
- Puchero de pelotas.
- Tortas de chicharrones.
- Tortas de pimiento y tomate.
- Remojón del Tío Pingote. Gurullos con liebre.
- Tortas fritas.
- Gachas.
- Tortas gachas.
- Tortas de manteca.
- Crespillos.
Fuente:Ayuntamiento de Maria.
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