Historia y Origenes.
Parece ser que en estas tierras la vida humana se desarrolló tempranamente, como lo demuestran los petroglifos que se pueden encontrar en diversos puntos de su término municipal, entre los que destaca la llamada «Piedra de la Herradura», piedras en las que el hombre primitivo dejó grabados mensajes indescifrables. Difícil es determinar si los pueblos del Mediterráneo conocieron esta villa.
En todo caso, cartagineses y púnicos fueron sustituidos por los romanos, atraídos por la riqueza de metales en la comarca. Con la ocupación árabe parece que cobra más importancia la agricultura, reduciéndose la actividad minera.
En la época musulmana, Almería cuenta con una pujante industria de telas finas, como el lino y la seda. Los telares de Líjar no llegaron al siglo XX, pero Pascual Madoz contabiliza unos 25 telares para la fabricación de telas de lino y cáñamo en el censo de esta población realizado en 1846.
La Guerra contra Francia (1883-1983)
Poco conocido es el hecho de que Líjar estuvo en guerra con Francia entre 1883 y 1983. El motivo fue el agravio que sufrió el Rey Alfonso XII en su visita a Francia, allá por el año 1883. El joven rey volvía de su visita a Alemania, donde el rey había aceptado el nombramiento de "coronel honorario" de un regimiento de ulanos de guarnición en Alsacia (territoro reivindicado por Francia). El joven rey español fue insultado y apedreado por ciudadanos franceses durante esta visita, al presentarse en París con uniforme prusiano. Ante tal afrenta el Ayuntamiento de Líjar Promulgó el siguiente bando:
Que el más insignificante pueblo de la sierra de los Filabres debe protestar en contra de semejante atentado, y hacer presente, recordar y publicar que solamente una mujer bieja [sic] y achacosa, pero hija de España, degolló por sí sola a 32 franceses que se albergaron, cuando la invasión del año ocho, en su casa. Que este solo ejemplo basta y sobra para que sepan los habitantes del territorio francés que el pueblo de Líjar, compuesto únicamente de 300 hogares y 600 hombres útiles, está dispuesto a declararle la guerra a toda la Francia, computando por cada diez mil franceses un habitante de esta villa; pues es necesario que sepa la tierra gala que España ostenta en su escudo la insignia de más valor que pueda ostentar la Primera Nación del Mundo. Tiene en él nada menos que un león. (la ortografía es la de la época).
No hubo incidentes bélicos importantes y 30 de octubre de 1983 tras 100 años de guerra incruenta se firmó la paz entre Líjar y Francia.
(Una vez llegado al Rey Alfonso XII esta curiosa y patriótica acta del ayuntamiento lijareño, le hizo mucha gracia, pero a su vez seguramente se debió sentir muy halagado. Cabe decir que este gobierno y todo el gabinete Sagasta dimitió por aquel grave suceso del 11 de octubre, tres días antes de la declaración de guerra, al sentirse responsables.)
El acta de la sesión ordinaria del día en que los gobernantes de Líjar acordaron declarar la guerra a Francia, el 14 de octubre de 1883, se conserva en el Ayuntamiento, un edificio nuevo situado en la Plaza Mayor del pueblo, así como el Tratado de Paz firmado cien años después, con el que Líjar y la Nación francesa pusieron fin a un siglo de «guerra incruenta» (30 de Octubre de 1983).
Pero ésta no es la primera muestra de inconformidad de los habitantes de Líjar. Casi 400 años antes de este suceso, en 1488, los moros de Líjar se rebelaron en cuanto el Rey Fernando abandono el real de Vera y marchó a Murcia. Conlas capitulaciones de Purchena, los moros de Líjar fueron perdonados.
Economia:
Desde finales de los años setenta, la población de Líjar se mantiene estable. Sus 517 habitantes viven principalmente del mármol, motor económico de la comarca. Líjar cuenta con canteras dentro de su término municipal. Las más importantes, que se mantuvieron incluso durante la crisis de finales de los 80, son las de Lobera, Cerro Huertecicas y Cañada de la Viña. En la actualidad hay unas 12 explotaciones, gracias al resurgir del mercado del mármol. Pero son pequeñas explotaciones, así que muchos hombres trabajan en el vecino municipio de Macael.
También existen varios talleres de elaboración de mármol, donde, como ha ocurrido en gran parte de las fábricas de la comarca, se ha dejado de trabajar exclusivamente el mármol blanco extraído de las canteras de la zona, y se ha pasado a elaborar todo tipo de piedra (granitos, travertinos, cremas…), ampliando de esta forma la oferta y mejorando por tanto la competitividad de nuestras empresas.
También existen varios talleres de elaboración de mármol, donde, como ha ocurrido en gran parte de las fábricas de la comarca, se ha dejado de trabajar exclusivamente el mármol blanco extraído de las canteras de la zona, y se ha pasado a elaborar todo tipo de piedra (granitos, travertinos, cremas…), ampliando de esta forma la oferta y mejorando por tanto la competitividad de nuestras empresas.
"Campos de Líjar"
También hay almendros y olivos, y algunas viñas. El vino está listo para la época de la matanza, que llega con el frío del invierno, un invierno que no es muy severo: rara vez nieva. Toda la producción de las huertas, hortalizas, patatas, y naranjos incluso, se dedica por completo al autoconsumo. Del monte se extraen las plantas aromáticas: romero, tomillo, albaida, mejorana..., aunque el acceso a los matorrales es difícil.
Existe una floreciente industria dedicada al ganado caprino, un sector que en vez de ir a menos, como ocurre en muchos otros municipios, aquí está resurgiendo.
La mayoría de los ganaderos son socios de la cooperativa Los Filabres, que se encarga de la recogida de la leche obtenida de las cabras.
Actualmente se está realizando un curso de incorporación de jóvenes ganaderos, en el cual 23 alumnos, de entre 18 y 40 años, procedentes de varios municipios de la provincia, obtendrá el título que les capacitará para incorporarse a este sector.
Una vez finalizado este, a principios del mes de diciembre, está previsto realizar un curso sobre elaboración de quesos y otro de agricultura ecológica.
Rutas Turisticas.
La ruta en Líjar la encuadraremos entre las poblaciones limítrofes de dicha localidad, articulandola a lo largo de una gran vía principal, de la que se plantean itinerarios opcionales para ascender a la Sierra de Las Estancias o a la Sierra de los Filabres. Culminará nuestro peregrinaje, coronando esta última alineación montañosa, a más de 2.168 m de altitud, tocando el cielo.
Escondido entre las faldas de la Sierra de los Filabres, sobre un meandro del Río Tahalí, como legado de todas las culturas que por aquí han pasado, Líjar conserva sus calles estrechas y empinadas y sus casas encaladas, además de una rica gastronomía recogida en el “Recetario de Líjar”. Por su entorno discurre un sendero de pequeño recorrido (PR A-257) y 7 sendas locales.
Para dormir cuenta con una casa propiedad del Ayuntamiento.
Escondido entre las faldas de la Sierra de los Filabres, sobre un meandro del Río Tahalí, como legado de todas las culturas que por aquí han pasado, Líjar conserva sus calles estrechas y empinadas y sus casas encaladas, además de una rica gastronomía recogida en el “Recetario de Líjar”. Por su entorno discurre un sendero de pequeño recorrido (PR A-257) y 7 sendas locales.
Para dormir cuenta con una casa propiedad del Ayuntamiento.
Rutas Turisticas..ver Aqui.
Gastronomia.
Los lijareños cuentan con una gran variedad de productos agrícolas y ganaderos que han sabido aprovechar a lo largo de los siglos para enriquecer su alimentación, basando sus ingredientes principales en esos buenos productos que han ido cosechando en sus huertos y criando en sus corrales. Así, podemos gozar hoy día de una gastronomía muy rica, sana y extensa.
A raíz de un programa realizado por la Comisión Comarcal de Cultura del Mármol de recuperación de tradiciones, surgió la idea de elaborar un recetario, recogiendo las recetas de las comidas típicas del pueblo y plasmándolas en un libro, para así evitar que se pierdan e intentar que se conserven lo mas fielmente ajustadas a su elaboración original.
La dirección ha corrido a cargo de D. Antonio Zapata, importante gastrónomo almeriense, el cual se ha basado en las recetas que le han explicado los miembros de la escuela de adultos de la localidad.
Desde aquí esperamos que lo llevéis a la práctica y que podáis disfrutar, como los lijereños lo hacemos, tanto al elaborar las recetas como al degustarlas.
A raíz de un programa realizado por la Comisión Comarcal de Cultura del Mármol de recuperación de tradiciones, surgió la idea de elaborar un recetario, recogiendo las recetas de las comidas típicas del pueblo y plasmándolas en un libro, para así evitar que se pierdan e intentar que se conserven lo mas fielmente ajustadas a su elaboración original.
La dirección ha corrido a cargo de D. Antonio Zapata, importante gastrónomo almeriense, el cual se ha basado en las recetas que le han explicado los miembros de la escuela de adultos de la localidad.
Desde aquí esperamos que lo llevéis a la práctica y que podáis disfrutar, como los lijereños lo hacemos, tanto al elaborar las recetas como al degustarlas.
Monumentos.
El patrimonio con el que cuenta Lijar no acaba ni comienza con la iglesia parroquial de Líjar, la ermita en honor a la Virgen de Fátima o las cortijadas de su periferia. Las propias casas que conforman el casco urbano son más que suficientes como monumentos.
- La iglesia parroquial de Líjar data de finales del siglo XVII o principios del XVIII. La lástima es que aún no se ha realizado ningún estudio sobre esta reliquia.La estructura de las casas de Líjar responde a la tradición en esta zona: una sola planta para la vivienda, y aprovechando el desnivel del suelo, en la parte de atrás, hacia la montaña, los corrales. En algunos casos hay una segunda planta. En esta estancia se guardaba el grano y servía de cámara para conservar los alimentos.
Mientras las construcciones de nuevas casas se multiplican en el núcleo urbano,las cortijadas han sido abandonadas progresivamente. La pedanía de la Huertecica Alta es la única que se conserva.
Está en la carretera que une Chercos con Líjar, donde se sitúa la ermita del pueblo, dedicada a la Virgen de Fátima. La ermita se construyó hace unos 50 años, a iniciativa del entonces maestro del pueblo.
Fiestas Populares.
Líjar es un pueblo en el que no falta una fiesta en cualquier época del año, debido en gran parte al carácter alegre y amigable de sus gentes.
Desde enero con los sanantones hasta diciembre con la Navidad, se celebran aquí un sinfín de acontecimientos de todo tipo, en los que cualquier lijereño o visitante puede disfrutar plenamente.
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