Turrillas
Municipio situado entre la Sierra de los Filabres y Sierra Alhamilla está este pequeño pueblo de casas blancas, mirador excepcional del Campo de Tabernas.
Desde el balcón de Turrillas se abre el Campo de Tabernas: una llanura de almendros y olivos. Situado entre la Sierra de los Filabres y Sierra Alhamilla está este pequeño pueblo de casas blancas.
La vista principal, con la mirada hacia el Norte, la forman el Campo de Tabernas y la Vega de Turrillas y, al fondo, las montañas de la Sierra de los Filabres. Si nos asomamos por la puerta de atrás, la del Sur, contemplamos los picos de Sierra Alhamilla, como el Colativí, con 1.387 metros de altitud, o el Cerro Minuto, que sobrepasa los 1.000 metros.
Junto a Turrillas, Lucainena de las Torres; y ya el siguiente pueblo está demasiado lejos, según los turrillenses: es Níjar, situado a una distancia de 27 kilómetros.
Historia de Turrillas
La historia de Turrillas va unida a la de su vecino municipio de Níjar, la taha de Níjar en la época musulmana. Tras la expulsión de los moriscos, siglo XVI, Turrillas quedó deshabitada, recuperándose gracias a los pobladores, mayoritariamente procedentes de Murcia.
La historia de Turrillas va unida a la de su vecino municipio de Níjar. Por capricho real, en el año 1445, para favorecer a la familia del Regi, dependerá temporalmente de la jurisdicción de Sorbas-Lubrín. Perteneciente a la taha de Níjar en la época musulmana, pasa a manos cristianas en la campaña de 1488.
Con la expulsión de los moriscos, Turrillas debió de quedar desierta, pues en el segundo tercio del siglo XVI la población aproximada era de 400 moriscos y ningún cristiano viejo. Los nuevos habitantes llegaron sobre todo de tierras murcianas.
La población de Turrillas fue aumentando hasta entrar en el siglo XX con casi1.400 vecinos. Este es el período de expansión de la minería del hierro.
"Ermita de San Antonio"
Pero los años de bonanza económica terminaron con el inicio de la primera guerra mundial. La minería almeriense no se repuso tras la contienda europea y el paro hizo mella en los habitantes de Turrillas, que tuvieron que partir en busca de un futuro mejor.
El coto de Lucainena era uno de los más rentables de la provincia, donde la iniciativa de la naviera vizcaina «Sota y Azúcar» constituyó la «Compañía Minera de Sierra Alhamilla», con ferrocarril propio hasta el embarcadero de Agua Amarga.
Economia.
Turrillas cuenta con una población que supera la media de los 40 años. Los pocos jóvenes que quedan trabajan en las obras que se llevan a cabo por el PER. Los cultivos de la almendra y la aceituna son insuficientes.
"Entre todo y lejos de todo". En Turrillas actualmente viven 289 habitantes, con una edad media por encima de los 40 años. Los pocos jóvenes que quedan se mantienen económicamente trabajando en las obras que se llevan a cabo dentro del plan de empleo rural, el PER, o contratados por alguna de las empresas forestales públicas que se dedican a la reforestación y tratamientos servícolas en general.
Los huertos y los cultivos de la almendra y la aceituna ayudan, pero por sí solos no sustentan una familia.
"Vista General de Turrillas"
El agua mana de la fuente de los Minutos, que se alimenta de la Sierra. También el pozo de La Laguna riega la Vega de Turrillas. Y como el agua escasea, la balsa de Tracouroz para recoger agua de lluvia.
Alrededor de Turrillas están Los Pichiriches, Los Zapos, Los Coloraos, Los Escalmados y Los Retacos, sólo habitados durante el verano y los fines de semana.
Rutas Turisticas.
En el recorrido de nuestra ruta por tierras de Campo de Tabernas reconoceremos muy pronto que remontamos las laderas septentrionales de la sierra, más húmedas y frescas, las mismas que hollamos al subir al Pico Colativí, y que resaltan en el horizonte por sus importantes manchas de encinar.
Cerca de una pequeña ermita, la de San Antonio, nos asomaremos a este verdadero balcón de la sierra para ver la ancha depresión que se extiende frente a nosotros hasta la Sierra de los Filabres, cerrando el horizonte septentrional.
La vista desde este mirador nos ofrece una visión tremendamente hermosa, el tejado rojizo de su iglesia destaca sobre el blanco de sus casas rodeadas de vegetación, un contraste excepcional que nos invita a bajar hacia el casco urbano y pasear por sus calles.
"Turillas Mirador de la Sierra". Esta es nuestra dirección, por lo que optamos en dirigirnos hacia Sierra Alhamilla, ganando suavemente altura, entre campos dedicados al olivar y al almendro.
Reconoceremos muy pronto que remontamos las laderas septentrionales de la sierra, más húmedas y frescas, las mismas que hollamos al subir al Pico Colativí, y que resaltan en el horizonte por sus importantes manchas de encinar.
La carretera gana pendiente, comenzando una serie de curvas que permiten descubrir, bajo un gran resalte rocoso, el caserío de Turrillas. El tejado rojizo de su iglesia destaca sobre el blanco de sus casas rodeadas de vegetación.
Poco antes de entrar en el pueblo existe un bonito mirador, próximo a una diminuta ermita de San Antonio, patrón de la localidad, que nos ofrece la posibilidad de utilizar este verdadero balcón de la sierra para ver la ancha depresión que se extiende frente a nosotros hasta la Sierra de los Filabres,cerrando el horizonte septentrional.
"Rincón típico de Turrillas"
Nos encontramos a 880 m de altitud, lo que facilita la posibilidad de dirigirnos al siempre atractivo pueblo de Huebro o bien ascender al Colativí de forma más cómoda a la planteada al comienzo del itinerario.
Monumentos.
La ermita de San Antonio , situada a las afueras de Turrillas, nos ofrece una simpática construcción. La torre-fortaleza, construida en el siglo XVI testigo de batallas entre moros y cristianos, al igual que en las poblaciones del inerior.
Desde la ermita a San Antonio, antes de llegar al pueblo, podemos contemplar el paisaje absoluto del Campo de Tabernas. Si giramos la mirada haciaTurrillas, nos encontramos con la torre de la iglesia, desafiante sobre el resto de los tejados.
Esta torre es una construcción del siglo XVI. Se levantó para defender a los cristianos de los ataques de los moriscos, pues tras la reconquista el descontento de estos habitantes almerienses por la pérdida de sus derechosse fue haciendo más incontrolado.
Los moriscos podían pedir ayuda a los turcos, que controlaban el Mediterráneo, o a los musulmanes de Africa, por lo que representaban un peligro inminente.La Torre-fuerte de Turrillas es, pues, testigo de otras épocas de batallas entre moros y cristianos, un tipo de construcción que aún se conserva en otros pueblos del interior de la provincia.
Gastronomia y Fiestas.
La variedad gastronómica y sus platos más populares, de los que podemos disfrutar son: Embutidos. Migas de harina y pan. Arroz con conejo.
Pero la especialidad de este município es: Olla. Puchero. Gachas colorás. Gurullos.
En Turrillas se celebra la tradicional fiesta del emigrante, la representación del enfrentamiento entre moros y cristianos, las fiesta patronales en honor a San Antonio, con la bendición de los roscos por el santo y diversas actividades culturales.
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